He de reconocer que me da algo de reparo hacer esta reseña, no por mí, sino por la deriva que, hace años, está tomando la sociedad. Imagino que ya saben por dónde voy: la inquisición censora a la que están viéndose sometidas figuras literarias, obras cinematográficas, etc… Porque, claro, pensé… si han puesto a J.K. Rowling en el cadalso, a “Lo que el viento se llevó” o a H. P. Lovecraft… ¿Por qué no iba a caer Nabokov con todo el equipo? Total… siempre hubo debate en torno a la obra del escritor ruso.
No en vano, soy de los que piensa que hubo tal polémica tanto por la época en la que se atrevió a proponer algo así y por el desconocimiento de la obra, como por la mente sucia y limitada de no pocos lectores. El debate que suscitó la obra en sus inicios generó, tal como decía el propio Nabokov, una Lolita alternativa; una visión diferente y distorsionada de la que el escritor transmite en su novela. El término Lolita acabó cobrando vida, más allá de la historia escrita por Nabokov, pasando de ser una púber que está empezando a experimentar (como todos a esas edades), una víctima que pierde su infancia a manos de Humbert, a una niña no tan niña, manipuladora, seductora… atribuciones mucho más adultas.
Flaco favor hizo la película de Kubrick potenciando esa Lolita alternativa, y publicaciones como las de Vanity fair, confundiendo el tema de la novela y tildando a Lolita de “historia de amor”.
Entonces, si “Lolita” no es esa perversa historia de la que hemos oído hablar, ¿qué es en realidad? Aunque no es esta la única pregunta que ha planeado los turbios cielos de la obra tras su publicación; otra clásica: ¿Humbert es Nabokov?
Pues bien ¿Qué es en realidad, “Lolita”?
“Lolita”, tal como acertó a decir Don Camilo José Cela, es sociología. Es un tratado de los EEUU de la época enmarcado en un drama, con toques de un humor tan sutiles como verosímiles. Es una divertida novela seria que tiene partes costumbristas, road trip y novela negra; pero no, no es una novela romántica, cosa evidente para cualquier persona que la haya leído. No es ninguna oda o apología de la pederastia. Quizá la razón de mayor peso a la hora de esgrimir este argumento fue el tipo de narrador elegido por Nabokov: el propio Humbert ¿Pero acaso hubiera sido igual de impactante la historia narrada desde otro punto de vista? ¿Debe el arte eludir la ambivalencia emocional? Pienso que no. Pienso que el verdadero arte impacta, provoca, hace pensar; y Lolita además de conseguir eso es estéticamente un 10.
¿Humbert es Nabokov?
Quizá esta pregunta debería ser replanteada ¿Somos lo que escribimos? Sí, sin duda, pero lo que escribimos no es solo un personaje. En este caso se ha sido muy injusto con Nabokov. Se ha limitado el yo más profundo de Nabokov a la narración del protagonista, lo cual me parece un grave error. Un escritor es su obra, sí, pero al completo: personajes, tema, argumento, estilo… O sea, ¿es Lolita, Lo, Dolly también parte de Nabokov? Sin duda. Creo por tanto que la respuesta es evidente. ¿Acaso Agatha Christie mató a alguien?
Yendo al aspecto literario, podemos decir que la obra se estructura en varias partes bien diferenciadas:
- Un inicio narrativo en el que Humbert comparte con nosotros cuál es la razón que él cree que le lleva a esa obsesión por las llamadas nínfulas. Esto lo atribuye a su primer amor, a eso de los 12-13 años: Annabel. Desde entonces el protagonista mantiene esa atracción hacia las niñas de una edad similar. A esto le sigue una profundización sobre su vida en Inglaterra y su relación con Valechka (y en general a sus relaciones con las mujeres de su edad); en este punto empezamos a apreciar perfectamente el desprecio con el que Humbert habla sobre ellas, especialmente de los aspectos físicos que las alejan de sus deseadas nínfulas, por el lógico paso del tiempo.
- En un segundo tramo llega a Estados Unidos y conoce a Lolita (Dolores Haze), la hija de Charlotte Haze. En este punto, Humbert se instala en casa de la viuda Haze y nos narra desde los inicios su obsesión por la niña, así como su relación con la madre (ya que él se acercará a la misma para poder permanecer cerca de Lolita).
- El punto de inflexión se produce cuando Charlotte Haze descubre el diario de Humbert y, con ello, su fijación por su hija. Horrorizada se enfrenta a Humbert y corre fuera de la casa, con tan mala suerte que sufre un atropello mortal. Es en este punto cuando Humbert queda como tutor legal de Lolita y se produce el irremediable paso del Humbert pedófilo al Humbert pederasta. Esta parte será la más larga de la novela, una especie de road trip en la que Humbert llevará a Lolita de un lado a otro de Estados Unidos. Durante este tramo notaremos perfectamente la evolución tanto de ambos personajes como de la relación entre ambos y como, finalmente, termina con la huida de Lolita con otro hombre (Clare Quilty).
- El final de la novela se puede resumir, a su vez, en varios puntos: Humbert tras el rastro de Lolita, el descubrimiento de quién fue el hombre que se la llevó, y, tras años, la revelación de Lolita de su ubicación, el amargo reencuentro, y la venganza y asesinato de Quilty por parte de Humbert.
Es una novela redonda que tiene de todo, y sobre todo, un lenguaje preciosista y justificado en el narrador escogido; ya que Humbert es un hombre culto y de vocabulario exquisito, pero no falto de humor. Quizá en algunos pasajes se hace un poco más lenta y se recrea en exceso en toda esa narrativa sobre la USA que van descubriendo de una punta a otra del país, pero era también esta una de las intenciones del novelista, evidenciar la descomposición, la corrupción, tanto en Humbert como en el contexto.
A continuación dejaré algunos fragmentos que me gustaron o llamaron la atención especialmente y el porqué.
Nabokov plasma en sus descripciones y a la perfección el desdén de Humbert por la belleza “perdida” de la mujer adulta. Unas muestras:
Acerca de Charlotte Haze:
Hablando en general sobre cómo cambia el aspecto físico desde esas edades que él anhela:
Descripción de Lolita adulta y embarazada (siendo adulta 17-18):
Es maravilloso con que ingenio se acerca a las descripciones de cosas más mundanas. Este ejemplo en el que habla sobre el cine y el tipo de películas es simplemente genial:
Nabokov nos deja también líneas dramáticas y oscuras en las que podemos ver la naturaleza real de Humbert de la forma más descarnada posible, concibiendo ideas tan perversas como la siguiente:
Podría seguir y seguir con más fragmentos magistrales de esta obra, pero casi mejor que la leáis, si no os he destripado ya suficientemente el libro.
En resumen, tal como dijo Schopenhauer, frase ahora harto manida ya que la tercera temporada de la serie alemana Dark empieza con ella: “Un hombre puede hacer lo que quiere, pero no puede elegir lo que desea”.