Finales de 2015:
Comienzo mi participación en un curioso certamen promovido por la iniciativa ELDE (El libro del escritor). Si no los conocéis aquí tenéis su web http://www.ellibrodelescritor.com/

Principios de 2016:
Me eliminan. Otra vez será (¬¬ muahahahaha. Sí, esto no es serio).

2016, unos meses después:
Se propone entre los participantes del certamen hacer una antología. La idea cala bien entre los mismos y empiezan a funcionar. Me incluyo en un principio, pero finalmente me centro en la salida de mi primera novela y me descuelgo. Quizá en otra.

Verano de 2016:
«La isla del escritor» ve la luz tras mucho trabajo y yo me decido a leerla y reseñarla.

7 de agosto de 2016:
Me la terminé.


Aquí os dejo el booktrailer:


Así pues, como ya he dicho, «La isla del escritor» es una antología de relatos. Las treinta y dos historias de las que consta utilizan como eje vertebrador la idea de incluir una isla en todas, ya sea como accidente geográfico, metáfora, idea, persona etc… lo importante es que esta idea tenga peso en el desarrollo del relato. Respecto a esa cuestión puedo decir que la antología cumple con el parámetro.

Hay una división en géneros que abarcan: ciencia ficción, realismo, fantasía, erótica, psicológica, negra y romántica. Si bien no se puede escapar del todo de los gustos de cada uno al valorar, y yo en este sentido no soy menos persona, puedo decir que al margen de mi subjetividad al leer uno u otro género, he encontrado un buen nivel en todos ellos.
A la espera de hacer un análisis un poco más pormenorizado cuando disponga por fin de mi nueva web, me centraré en valorar como muy positivo el trabajo de maquetación y edición: muy profesional para una autopublicación, y el compromiso y el trabajo en general de todos los participantes, así como dar un pequeño listado y algún comentario de los relatos que me han sorprendido especialmente (sin desmerecer los demás).

El rey robot (ciencia ficción), de Blas Cabanilles Folgado:
Me recordó el microcosmos distópico creado por Rafael Pinedo en su trilogía de la deshumanización de la cultura. Eso es decir algo muy bueno, al menos para mí. De mis preferidos.

El salto (ciencia ficción), de Gustavo Macher:
Cuando te gusta un género y lees un escrito en el que se hacen guiños constantes a lecturas casi obligatorias del mismo, teniendo esto un peso en el desarrollo de la historia… gusta.

Todas mis islas se llaman futuro (realismo), de Ignacio J. Borraz:
A veces lees a personas que te hacen sentir la impresión de haber recorrido tales o cuales calles y haber vivido en tales o cuales ciudades. Este es uno de esos casos. Si en realidad fue así, tiene mérito; si no, tiene aún más.

Los esclavos olvidados (realismo), de Meritxell Terron:
Se nota cuando alguien se documenta. Se nota y gusta. Transmite seguridad de certeza absoluta en la sensación de que lo que estás leyendo podría haber pasado.

Noche de fuego (fantasía), De Rafa Zamorano:
Hacer más con menos es un arte, saber recortar lo que sobra toda una habilidad. El más corto de los relatos y uno de mis favoritos. Escribe bonito, sin excesos. No dejes de hacerlo.

El océano infinito (fantasía), de Miriam Álvarez Elvira:
Es difícil coger toda una cosmología, una cultura, una ambientación, echársela a la espalda y acabar haciendo que todo eso esté al servicio de la historia y no al revés.

Amazonas (erótica), de J. C. Sánchez:
Es rara. Te marca esa impronta gráfica de las historias que ves y te imaginas bien como serían adaptadas a película. Es original. Me gustó.

La isla del diablo (psicológica), de Luisa Gil:
La forma de narración es arriesgada y el resultado bueno.

Dewanee (psicológica), de Ana Cataria:
De menos a más; eso es algo que se suele quedar grabado. Da la impresión de estar muy trabajado.

Negro, dulce y humeante (negra), de Antonio J. Hernández de Molina:
Personajes y lenguajes adaptados a la zona en la que se desarrolla la acción. Huye de ciertos tópicos del género en algunos momentos, lo cual agradecí en su lectura profundamente. Tiene ritmo. Me gusta.

Un lugar para soñar (romántica), de Rocio Molina:
No me gusta el género romántico, me parece limitado, previsible… tampoco puedo cambiar mis gustos. Pero este relato me ha parecido natural, creíble y sincero, y eso llega. Es bonito.

El resto de relatos también estaban muy trabajados. Mi opinión es solo una más, y mi único interés es seguir aprendiendo, así que cualquier comentario será bien recibido. Os dejo con el vídeo de la reseña.

 

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *